Maria Vasquez

Nuestra querida mama y abuela María Vásquez fue llamada por nuestro Señor Jesucristo el 13 de Diciembre del 2016. “Madre,” como todos la llamámos, compartió una vida llena de mucha fe, amor y alegría con toda su familia. Nació el 1 de Enero de 1934 en la Labor de Rivera, Municipio de Teuchitlan, Jalisco, México a padres Margarita y Salvador Vásquez. Se crio con cuatro hermanos y dos hermanas.

A la tierna edad de 16 años se casó con nuestro abuelo y padre Jesús Vásquez y tuvieron 11 hijos, de cual lamentablemente 2 fallecieron a temprana edad. Madre se mudó a los Estados Unidos en el año de 1978 con el resto de su familia. Quienes formaron su hogar que rápidamente se expandió y empezó la linda Familia Vásquez que aun pertenecemos unidos en amor.

Nuestra Madre quedó viuda a los 46 años, y aunque todavía tenía una gran parte de su vida por delante, nunca volvió a casarse. En cambio, ella tomo su sufrimiento y se devoto en una entrega completa a Dios y a sus hijos. Nuestra Madre nos enseñó el verdadero significado del amor. Lleno nuestros corazones con ternura y con su amor incondicional, en cual amo a cada miembro de nuestra familia con el mismo ardor y entrega. Por ella aprendimos a hacer una familia unida y llena de fe. Madre fue muy admirada por todos aquellos quienes tuvieron el honor de conocerla. Ella fue una persona dadivosa y amorosa. Ella honoraba a la Santisima Virgen Maria y ponía las necesidades de su prójimo primero que los de ella. Extrañaremos sus abrazos, sus consejos y sobre todo su sonrisa hermosa. Hayamos consuelo en que después de tantos años, nuestra Madre finalmente se reunio con su esposo y sus niños ya fallecidos, en el cielo. Por siempre será nuestro ángel que nos cuidara.

Le han sobrevivido 9 hijos, 38 nietos, 60 bisnietos y 10 tataranietos. Continuaremos su legado y nos mantendremos unidos como ella nos enseñó. Siempre estará en nuestros corazones. Un día la veremos de nuevo en el cielo y juntos alabaremos a dios como ella nos enseño. ¡La queremos mucho Madre! ¡Vuela! Paloma Blanca… ¡Vuela!